Disfruta la tradición: Potée con col y salchicha de Morteau, un clásico revisitado

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Ah, el potaje de repollo y salchicha de Morteau… Solo de pensarlo, me dan ganas de ir a la cocina, sacar esa vieja cazuela y ponerme manos a la obra. Saben, es uno de esos platos que calientan el alma, no solo el estómago. Me encanta la mezcla rústica, las verduras que se cocinan lentamente, la salchicha ahumada que perfuma todo. Es un poco mi remedio contra los días grises.

Les confieso que muchas veces he empezado esta receta un poco al azar, adaptándola sobre la marcha, a veces olvidando un paso (sí, me pasa), pero el resultado siempre es reconfortante. Hoy les propongo una versión un poco revisitada, donde la tradición rima con sencillez, especialmente para quienes, como yo, quieren platos buenos sin complicaciones.

Lo que me gusta, además, es que este potaje es perfecto para el batch cooking del domingo. Se prepara todo, se deja cocer a fuego lento, y voilà, varias comidas bien servidas para la semana. Confieso que el repollo no siempre es la verdura más glamurosa, pero una vez cocido así, se vuelve tierno, casi dulce, y tan delicioso.

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Bueno, no les oculto que las salchichas de Morteau son las estrellas aquí. Aportan ese sabor ahumado tan típico que le da todo el carácter al plato. Después, ustedes hacen como prefieran, pero sinceramente, en casa no se juega con eso. Vamos, empecemos con la lista de ingredientes y pongámonos manos a la obra.

Ingredientes esenciales para un potaje de repollo y salchicha de Morteau exitoso

  • 1 repollo verde grande, bien firme, es él quien dará toda la sustancia al plato
  • 2 salchichas de Morteau, ahumadas, para el sabor auténtico
  • 4 zanahorias, para un poco de dulzura y color
  • 3 nabos (siempre los pongo, cambian un poco la textura)
  • 4 papas medianas, para que quede bien contundente
  • 1 cebolla, no muy grande, pero tiene que estar, claro
  • Algunos clavos de olor (los pincho en la cebolla, perfuma sutilmente)
  • Un bouquet garni (tomillo, laurel, un poco de perejil si quieren)
  • Sal y pimienta al gusto, sencillo, se ajusta al final de la cocción
  • Aceite de oliva, un chorrito para empezar a cocinar la cebolla
descubre nuestra receta revisitada del potaje de repollo acompañado de la salchicha de Morteau, un plato tradicional francés rico en sabores e historia.

Cómo preparar este potaje de repollo y salchicha de Morteau, paso a paso

  1. Empiecen por deshacer el repollo en grandes hojas, eliminen la nervadura gruesa central. No hace falta cortar todo muy limpio, lo rústico es parte del encanto.
  2. Pelen y corten las zanahorias, nabos y papas en trozos un poco irregulares, como en el campo. Las verduras son la base; deben quedar un poco firmes después de la cocción.
  3. En una gran cazuela, hagan dorar la cebolla en un chorrito de aceite de oliva hasta que esté translúcida. Pínchenla con algunos clavos de olor, me encanta este truco que me dio mi abuela.
  4. Agreguen las verduras, cubran ampliamente con agua, pongan el bouquet garni, salen ligeramente (habrá que ajustar), y cocinen a fuego lento. Dejen hervir unos 45 minutos.
  5. A los 30 minutos, sumerjan las salchichas de Morteau enteras en el caldo. Se cocinarán lentamente y perfumarán todo el plato con su humo.
  6. Prueben, corrijan el sazón si es necesario. A veces añado un poco de pimienta recién molida, le da un toque de energía.
  7. Sirvan bien caliente con una gran cuchara de caldo y las verduras bañadas en su jugo. Verán que hay un momento en que el repollo se deshace en la salsa, un verdadero deleite.

Utensilios prácticos para su potaje

  • Una gran cazuela (la base para que todo se cocine tranquilo)
  • Un cuchillo grande para cortar el repollo y las verduras
  • Una tabla de cortar sólida, evitamos resbalones que a veces frustran
  • Una cuchara de madera, para revolver suavemente sin romper
  • Un pincho para espinaca o tenedor pequeño para fijar los clavos de olor en la cebolla
  • Un recipiente para preparar y lavar las verduras

Pequeños trucos cotidianos para un potaje que siempre impresiona

  • Si tienen prisa, no duden en precocer las papas al vapor 10 minutos antes de ponerlas en el potaje, eso acelera la cocción general.
  • Yo siempre guardo un poco de caldo aparte, no parece nada pero está lleno de sabor, perfecto para recalentar un resto de sopa o verduras.
  • Para una versión más ligera, pueden quitar un poco de grasa después de la cocción, pero sinceramente, la grasa ligada a la salchicha da todo el gusto.
  • Si no tienen salchicha de Morteau, una salchicha ahumada artesanal funciona muy bien, aunque no será exactamente igual, claro.
  • La víspera, prepárenla, será aún mejor porque los sabores habrán tenido tiempo de desarrollarse.

Algunas ideas para variar alrededor del potaje tradicional

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A veces me gusta, cuando llega el frío, agregar un poco de lentejas o frijoles blancos con las verduras, para extender la fiesta y enriquecer el plato. Es rústico, nutritivo, sustancioso. O también, echo un vasito de vino blanco seco en el caldo, solo por diversión, un poco de audacia culinaria.

Y bueno, sinceramente, el potaje también es un plato para compartir. Lo preparo muchas veces en gran cantidad y terminamos alrededor de la mesa, mordisqueando el repollo tierno y la salchicha que contrasta bien. La felicidad simple, vaya.


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