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Crepes caseras: la masa perfecta, tu nueva aliada en la cocina
Entonces, la masa para crepes, durante mucho tiempo me dije “es fácil, todo el mundo sabe hacerla”. Y luego un día, zas, la masa estaba demasiado espesa, o llena de grumos… En fin, aprendí por las malas que una buena masa lo cambia todo.
Me encanta cuando se dora en la sartén, ese pequeño hervor antes de sumergir mi espátula, huele bien, dan ganas. Además, la masa perfecta combina con todos tus antojos, dulce o salado, estamos tranquilos.
Y bueno, no hay que estresarse, eh. Yo, debo admitir, a veces me salto la vainilla, otras veces le añado un poco de agua de azahar, depende del ánimo. Lo esencial es que esté fluida, sin grumos y bien aireada.
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Francamente, la crepe casera es un pequeño momento de placer que nos damos, a menudo en familia, a menudo un domingo, a veces incluso entre semana. Y la masa es la base. Ya verás, no es complicado, vamos a divertirnos.
Lo indispensable para lograr una masa de crepes casera perfecta
- 250 g de harina (sí, puede ser harina normal, pero me gusta probar la harina de alforfón para lo salado)
- 3 huevos – recuerda sacarlos del frigorífico media hora antes
- 50 cl de leche (puedes ajustar un poco según la textura deseada, más o menos fluida)
- 2 cucharadas de aceite o mantequilla derretida
- 1 pizca de sal – a menudo se me olvida, pero realmente resalta el sabor
- 1 sobre de azúcar vainillado para la versión dulce, o un toque pequeño de extracto de vainilla
- Opcional: una cucharada de agua de azahar o ron, si te gusta marinar tus crepes en la nostalgia
Utensilios que tener a mano
- Un bol grande, porque siempre se limpia menos que varios cuencos pequeños
- Un batidor – porque la masa con cuchara de madera es demasiado anticuada y deja grumos
- Un cucharón para verter la masa
- Una sartén para crepes idealmente antiadherente
- Una espátula fina y ancha para dar la vuelta sin desastre
Preparar la masa de crepes sin grumos, modo de empleo un poco freestyle
Primero, te aconsejo tamizar la harina – sí, a mí también me molesta, pero evita los grumos que te arruinan la vida. Luego, los huevos, se rompen directamente en la harina y se bate, no te preocupes si se pega un poco.
Después, se añade la leche poco a poco, siempre batiendo bien, despacio. Aquí hay que armarnos de paciencia, o de café, porque toma un par de minutos. Es ahí donde sucede la magia, la masa empieza a volverse fluida y lisa.
Y el toque personal, el aceite o la mantequilla derretida, la hace más flexible, más manejable. Una última pizca de sal y el azúcar vainillado si estás en el equipo dulce, ¡y listo!
Si todavía tienes grumos (sí, todavía me pasa…), un pequeño golpe con la batidora de mano, y olvidamos el trauma. Déjala reposar, idealmente unos treinta minutos, el tiempo para que la harina se hidrate bien.
Algunos trucos para una cocción perfecta
- La sartén bien caliente es imprescindible, pero no demasiado, si no se quema al instante.
- Un poco de mantequilla o aceite en la sartén con cada crepe, salvo que te guste jugar a la ruleta rusa gustativa.
- No sobrecargues el cucharón, una medida generosa basta para una crepe fina.
- Paciencia para dar la vuelta, la crepe debe despegarse sola, si no está aún muy tierna.
- El gesto con la espátula, se aprende, lo prometo. Se desliza suavemente, se da una pequeña vuelta y listo, seguimos.
Variantes e ideas para reinventar tus crepes caseras
A mí me gusta variar un poco, evita la rutina de la crepe básica. Para lo salado, la harina de alforfón es la mejor aliada, con un poco de jamón, queso, y por qué no un huevo frito encima (sí, es mucho pero está riquísimo).
Para lo dulce, no puedo resistirme a la combinación clásica mantequilla-azúcar, pero un chorrito de limón o una cucharada de mermelada casera siempre funcionan. Y por supuesto, la masa puede enriquecerse con ralladura de naranja o especias, según el antojo.
A veces también he probado la versión “kéfir de leche” para la masa, admito que da una textura bastante loca, muy esponjosa, y realmente cambia el juego. Te toca probar para ver.
En cualquier caso, guarda esta masa como base y diviértete personalizándola según tus gustos y las estaciones, vale la pena.
Pequeños consejos para evitar problemas frecuentes
- Si la masa está muy espesa, un batido y un poco de leche solucionan todo.
- Si está demasiado líquida, añade un poco de harina, una cucharada a la vez.
- Para los grumos rebeldes: tamiza antes de mezclar, y no dudes en pasar la batidora después.
- Deja reposar la masa incluso si tienes tentación de cocinar de inmediato, cambia la textura.
- Entre crepe y crepe, vigila el fuego, no debe estar ni demasiado frío ni demasiado caliente.
¿Cómo evitar los grumos en la masa para crepes?
Tamiza la harina antes de mezclar, añade la leche poco a poco batiendo bien. Si es necesario, usa una batidora de mano para alisar la masa.
¿Debe reposar la masa para crepes?
Sí, al menos 30 minutos. Esto permite que la harina se hidrate bien, haciendo la masa más flexible y las crepes más esponjosas.
¿Se pueden hacer crepes sin huevo?
Por supuesto, algunos sustitutos como puré de manzana o semillas de chía remojadas pueden reemplazar los huevos. La textura puede variar ligeramente.
¿Qué harina elegir para crepes saladas?
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La harina de alforfón es ideal para crepes saladas, aporta un sabor rústico y auténtico a tus galettes.
¿Cómo conservar la masa para crepes?
Puedes guardar la masa en frío, en un recipiente hermético, hasta dos días. Recuerda mezclar bien antes de cocinar.