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¡Ah, el vino de endrino! Cada año, vuelvo a encontrar este pequeño placer tradicional, uno de esos aperitivos que te sorprenden, con ese sabor un poco intenso, un poco misterioso, del que no te cansas. Te aviso, no es algo que se descorche a la ligera, tienes que hacerlo con amor.
Al principio, tenía un poco de lío con los brotes, saber cuándo recogerlos justo en el momento adecuado. Luego entendí que la clave es ir justo antes de Pentecostés, cuando las ramas están tiernas, casi frágiles. Así que hacemos pequeños manojos, delicadamente, como un ritual casi sagrado.
Este vino de endrino es, en realidad, una maceración de espinas negras, o endrino, en un vino base. La clave es la magia del tiempo: hay que dejarlo tranquilo, se perfecciona, se vuelve más complejo y desprende aromas que nunca habríamos imaginado. Francamente, ese sabor sutil a almendra que emerge es increíble.
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Pero sobre todo, disfruto haciéndolo para la familia, a menudo unos veinte litros buenos, para regalar después. Se ha convertido en un regalo especial, que mezcla tradiciones, convivialidad y ese pequeño no sé qué auténtico que calienta el corazón.
Ingredientes esenciales para un vino de endrino exitoso
- 1 litro de vino tinto o blanco seco (según tu gusto, personalmente, me inclino más por el tinto)
- Un buen kilo de brotes jóvenes de endrino negro (prunellier), recogidos tiernos, idealmente antes de Pentecostés
- 250 g de azúcar, para ajustar según tu deseo de dulzura
- 10 cl de aguardiente o alcohol al 40° (le da fuerza, pero bueno, tú decides)
- Algunas ramitas para aromatizar, a veces añado un toque de cítrico, no está mal
El material imprescindible para tu maceración
- Un frasco grande de vidrio con tapa, limpio y seco
- Una cuchara de madera, para mezclar sin dañar
- Un paño limpio o una gasa para filtrar
- Un colador fino, porque las espinas no deben acabar en la copa
- Una botella de vidrio para el embotellado final
Cómo preparar tu vino de endrino paso a paso
Bueno, aquí te cuento cómo lo hago, nada extraordinario, pero no hay que precipitarse.
- Recoge los brotes jóvenes: deben estar todavía tiernos, no duros ni lignificados, si no se estropea todo.
- Prepara un manojo de unos 10 cm, no hay que complicarse, se hace simple pero con cuidado.
- Pon los brotes en el frasco y luego vierte el vino encima, despacio, para que todo quede bien sumergido.
- Añade el azúcar (puedes disolverlo primero en un poco de agua tibia si prefieres) y el aguardiente.
- Cierra herméticamente y guarda a resguardo de la luz, en un lugar fresco.
- Mueve suavemente cada dos o tres días, más por costumbre que por obligación, pero muestra que le prestas atención.
- Deja macerar al menos tres semanas (yo suelo esperar un mes, para que los sabores se desarrollen plenamente).
- Filtra cuidadosamente con la gasa y el colador para quitar todas las espinas y residuos.
- Trasvasa a tus botellas y deja reposar unos días más antes de degustar.
Algunos trucos caseros para realzar tu vino de endrino
- Un toque de limón o naranja durante la maceración para un toque ácido
- Una pizca de canela para un pequeño toque cálido en invierno
- Ajusta la cantidad de azúcar a tu paladar, yo admito que prefiero no demasiado dulce
- Evita la luz directa para no estropear el sabor
- Para un vino de endrino blanco, elige un vino seco y ligero
Sólo preparar este vino me recuerda esas largas tardes de primavera, cuando paso tiempo en la naturaleza buscando los mejores brotes. Es casi meditativo. Y luego en cada degustación, es bastante sorprendente. Ese pequeño sabor a hueso de almendra mezclado con el toque afrutado del vino es desconcertante al principio, pero terminas adorándolo.
Descubrir los secretos y beneficios del vino de endrino
Sabes, este vino de endrino no es sólo una bebida, es una pequeña poción, un poco mágica. Se atribuyen a estos brotes virtudes para la salud, en particular propiedades antisépticas y digestivas.
- Tónico natural, ideal para comenzar la noche suavemente
- Bajo en alcohol comparado con otros aperitivos, cumple bien su función sin aturdir
- Perfecto para acompañar charcutería, quesos y pequeñas delicias para el aperitivo
- Un clásico regional que forma parte del patrimonio cultural, especialmente en Vendée
Errores a evitar al iniciarse en el vino de endrino
- No esperar suficiente tiempo en la maceración, si no queda soso
- Recolectar brotes demasiado grandes o leñosos, es un desastre
- Olvidar la filtración, tu vino estará lleno de restos
- No almacenarlo bien: guárdalo a la sombra y en fresco
- Poner demasiado azúcar, enmascara las sutilezas delicadas
En resumen, el secreto es la paciencia y el cuidado que pones en cada paso. Parece un poco tradicional, pero tiene su encanto. Siempre hay un pequeño orgullo cuando sirvo esta bebida en copas y todos me dicen: “¡Pero qué es esto, es genial!”
¿Cuándo se deben recoger los brotes de endrino?
Hay que tomarlos antes de Pentecostés, cuando están jóvenes, tiernos y quebradizos para obtener un vino con sabor óptimo.
¿Es el vino de endrino fuerte en alcohol?
Este vino es moderadamente alcohólico, generalmente alrededor de 12 a 15 grados, lo que lo convierte en un aperitivo agradable sin ser demasiado intenso.
¿Se puede usar vino blanco para hacer vino de endrino?
Sí, el vino blanco seco funciona muy bien y da un resultado más ligero y afrutado, perfecto para quienes prefieren esta opción.
¿Cuánto tiempo debe macerar el vino de endrino?
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Lo ideal es dejar macerar entre 3 y 4 semanas, a veces un poco más para intensificar los aromas, pero no menos.
¿Cómo conservar el vino de endrino después de preparar?
Guárdalo protegido de la luz en un lugar fresco. Una vez abierto, consúmelo en unas semanas para conservar todo su sabor.